Golondrina viajera navegando espacios
llegad a mi pensamiento con su recuerdo
soy el nido que se quedó tejido
sobre la rama de aquel árbol gigantesco
Ya mi memoria ausente por el tiempo
solo evoca algún canto sonoro,
su sonrisa convertida en música
y su tenue abrazo que se enraizó en mi cuerpo
No quiero que también se pierdan
sus ojos brillantes como luceros
ni su boca cuál cerezo fresco
ni su corazón palpitante como un beso
Ya mis pasos cansados se van alejando
hacia ese camino sin regreso
dile que me quedé esperando
la promesa de un reencuentro
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