Mujer de versos en su
rostro
te apropias de la
calle
taconeando el
asfalto, riéndole al mundo
mostrando tu caminar
palpitante
tu boca entre abierta
simulando besos y
versos
que escribes sobre
las servilletas
cuando limpias la boca.
Todo en ti es poesía
tus ojos soñadores, tu
escote pronunciado
tu jean desmechado
y la fuerza de tus caderas
oscilantes.
¿Que te miran? Claro que
te miran
el transeúnte
desprevenido,
el embolador de calzado,
el vendedor informal
el corrupto, el político,
el desquiciado
la señora de comunión en
la misa
el viejo verde desde su
ventana
el hombre normal y el
amante esposo
y tú sonríes, convertida
en desafío.
Te comes el mundo y a ti
te come la vida
mujer poema, mujer de fuego
ni modo, el mundo se puso
a tus pies
mujer echada pa’ lante.