Árbol altivo,
donde posaban las aves
cantándole a la mañana,
colmado de hojas como
esmeraldas
que el viento sacudía
produciendo silbidos,
y entre los espacios,
el sol te engalanaba
con enjambres
amarillos,
y calidez en su mirada.
Árbol centenario de
historias y leyendas,
de amores marcados en
su piel
de lágrimas y alegrías,
fuerte, mirando al
infinito
con sus raíces
profundas, silenciosas
brotando de la tierra,
hoy sirven de descanso
al caminante cargado de
penas
y al trabajador,
cansado de su faena.
Árbol de Tilo- Imagen de la web.