declarado por la UNESCO, Patrimonio de la humanidad.
Fotografía de un espacio
Entre los ríos
macaya, Apaporis, Mucuy y Yari
en la cuenca
hidrográfica del Caquetá
se agita la vida.
En su selva se
anida
la fuerza del jaguar,
espiritualidad
que aflora
sobre las rocas
grabadas,
con pinturas
rupestres
y colores que
mezclan,
el gris, el rojo
y el ocre.
En sus hermosos tepuyes
Condiciones
ambientales confluyen,
convirtiendo la
Amazonía
en zona de gran
biodiversidad,
altamente
endémicas
donde anidan especies
únicas.
Es Chiribiquete que
vive silvestre
rastros antiguos
y fuerzas místicas lo protegen,
sus árboles como
fortaleza de vida
olor a selva,
humedad y plantas,
y el canto de
aves
de exuberante
belleza.
En medio de esto
la puerta
ancestral,
abierta a lo
oculto.
El silencio del
jaguar
símbolo de poder
y fertilidad,
habitante perenne
con su coraje,
valor, poder y sigilo,
en la oscuridad
es vida y muerte
es tótem antiguo,
con su poder
reina en un mundo
oscuro,
siendo amo y
señor de la selva.
Su presencia
indica
integridad
armoniosa,
espacio que
habita
misterio y magia.
Chaman que en su
ritual
Se transforma en
jaguar,
mediando entre el
hombre y lo sobrenatural
en un mundo
sagrado.