Sus puertas
celosamente cerradas, impiden que la brisa álgida, termine por helarle el alma.
Sólo sale de ella el vaho y el olor a esperma, la tenue lumbre ilumina las
figuras que se reflejan desparramadas, sobre la superficie cargada de
arabescos, que señalan un pasado oscuro, el pecado y el crimen creados por las
mentes enfermizas de un conglomerado de sotanas negras, con su director de
orquesta el hombre de la bata blanca,
mitra, bordón y estola morada, señalando con su índice a todos aquellos seres,
que piensan y sienten de manera diferente.
Los
cirios encendidos, traen recuerdos de épocas, cuando el ser pirómano era un
ejercicio cotidiano, solo se veían faldas, cabello largos, pies descalzos, leña,
cruces, un terrible olor a carne asada y luego un gran silencio.
La
angustia, el dolor y el clamor de los ojos mirando hacia arriba, esperando algo
que nunca llagaba, que los pudiera liberar del sufrimiento, sirvieron de modelo,
junto con la mirada inquisidora de las sotanas, para esculpir los rostros de
todas aquellas figuras, que reposan de pie, en diferentes posiciones, figuras
inesperadas tal cual como quedan los cuerpos, cuando se juega a la “estatua”.
Sus ojos, la apología
del delito, mirada turbia, labios lascivos, ceño fruncido, pienso que Cesare Lombroso
se sirvió de ellas, para crear su teoría del criminal nato, ya que según su
teoría el delito se concibe como resultado de las tendencias innatas, de orden
genético, observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los
delincuentes habituales, creo que si una
cualquiera de estas fuera colocada en medio de personas para ser reconocidas,
estoy absolutamente segura que de inmediato sería señalada como el delincuente
buscado.
Cerrada,
muda, ciega y de espaldas, es como le gusta presentarse, no ve, no oye, no
habla y por ello no denuncia, siempre acomodada al poder reinante, lisonjea al
esbirro de turno; sus sotanas se pasean entre las multitudes y algunas cargan
sobre su cuello grandes cruces de oro de 25 quilates, su caminar suave, como de
felino pronto a atacar su pieza, sus ademanes femeninos, para dar idea de
santidad; a algunos sus labios los delatan, “dejad que los niños se acerquen a
mí, porque de ellos es mi reino”, nadie los censura, nadie osa irse en contra
de ellos, porque les caerá inexorablemente la excomunión y el fuego
eterno, definitivamente su práctica
habitual ha sido la piromanía.
Por
siglos han cargado a los seres humanos con las cadenas del miedo, no les
permiten ser libres, se nace con un pecado original, y me pregunto ¿ PECADO DE
QUE?, imponen sacrificios como el no carne en semana santa, no interesa que el
resto del año, tampoco lo puedan hacer, a esta prohibición se suma, la misa de
los domingos, los mil Jesús, el viacrucis, y como la vindicta y el escarnio
público, que fueron proscriptos a partir del siglo XVIII, la imagen de un
hombre arrastrando una inmensa cruz de madera, cubierto de sangre, lacerado,
pasándonos anualmente cuenta de cobro, por algo que no cometimos.
Se
dan el lujo de escuchar historias humanas, para luego de manera ceremoniosa, imponer
la penitencia, se convierten por no sé qué extraño poder en fiscales acusadores
y jueces juzgadores y según su estado de esquizofrenia, el perdón y la pena,
les es dictada por su conciencia, la cual va desde rosarios completos para los
pecados más graves, tres padres nuestros más un ave María, para aquellos menos
graves y luego de manera lenta, su mano derecha porque no puede ser la
izquierda, y sus dedos meñique, anular y central un poco inclinados, el dedo
índice señalando arriba y el pulgar señalándose a sí mismo, el pobre pecador
arrepentido es perdonado, se dice que no pierden absolutamente nada de lo que
el universo regala, canalizan y bajan la energía a través del dedo índice y
cuando uno cree que el pobre pecador arrepentido, la va a recibir, a través del
pulgar, celosamente este se coloca al frente de su cuerpo, para ser ellos a
quienes les llegue, son los magos de la magia universal, nada queda al azar, han creado el pecado para
en su magnanimidad poder absolver al género
humano de lo que ellos mismos han establecido, lo anterior cuando no, en una
franca posición de poder y arrogancia, su lado esquizofrénico les grita “no es
digno de perdón”, entonces esa pobre alma, arrastrará una enorme cadena de
culpas y deberá prepararse para cuando parta de este mundo a ser sometido a una
rostizada por los siglos de los siglos AMÉN.