jueves, 14 de marzo de 2013

LA MUERTE



 Llegaste a mí vestida de tinieblas
Una sonrisa burlona y cobradora recorría tu boca
El cansancio  reflejado, Por largos años de espera
Esperando llevarse el trofeo
 
Yo estaba muy adornada, con un vestido de fiesta
Mis ojos te desafiaron, mirándote fijamente
Mis recuerdos afloraron un poco distorsionados
Tras la persiana entreabierta
 
La silla emitió un crujido, huyendo de aquel encuentro
Grandes sábanas cubrían tu cuerpo,  enjuto, encorvado y yerto
Sentada al frente mío, me relataste historias
Balbuceantes y olvidadas
 
Su mano temblorosa tomó asidas las mías
Hubo una medición de fuerzas
La pobre exhaló un suspiro, yo le dije no quiero
Hizo un esfuerzo vano, recibiéndola Yo en su último aliento.


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