Hoy llegaron ante el oráculo
Los políticos, Ministros y poetas
A preguntar sobre el tiempo
Que desgreña la democracia.
Aquella que se sirve
Con un tamal sin alma
Y un discurso acostado
En una noche sin luna,
Y unos versos que hablan del hambre
Acompañados de un crítico de arte
Que descompone el universo y las letras,
Cayendo en la maldición
de la libertad de formas.
De una política anti servicio
De la corrupción,
Que cabalga sobre ministros
Y de una poesía deslegitimada
Por no ser bella en su forma
Pero en esencia, tan real, como el mundo
Que nos cobija.
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