Solo el rocío conoce mis lágrimas
Que ruedan como río gigantesco
Sobre mi piel de atardeceres
Solo mis ojos se anegan
Y mi dolor recorre las interceptaciones
Hasta llegar a mis labios que tiemblan
Y mi cuerpo se estremece con estertores
Y mi alma se sacude con suspiros profundos
Mis manos tiemblan y mis recuerdos sollozan
Te has ido, has partido sin dejar huellas
Sólo el dolor hace presencia
Solo las mejillas humedecidas, son mudos vestigios.
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