Toma mis llaves
ábreme por donde quieras,
ciégame de pasión
cómo solamente tú lo
haces,
tiéndeme sobre una esfera
sobre una roca, o sobre la
yerba,
ámame, suéñame, desvísteme
quítame ese sabor añejo,
que aún conservo para Ti.
No me importa el tiempo
con su aleve sonido que
desgarra,
ya se escuchan los
aullidos de los perros
deseando a la luna,
aúllame con tu alma
mírame con su claridad
de luna llena,
alúmbrame que ha llegado
la hora
fúndeme, mézclame en tus anhelos,
en esta noche de brujas
y ladridos de perros.
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