Aquellas pisadas
que marcaron devenires,
pensamientos que afloraron
sin destino cierto,
encrucijadas perdidas
en noches tenebrosas,
aliento de vida, en un corazón herido
que arrastra un tiempo perdido,
tan vacío, como su alma
errante como viajero,
con pasado sin regreso.
Así fue tu amor ausente
entre silencio de olvidos
y un bandoneón que llora
en una calle cualquiera
que tus pasos recorrieron.
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