martes, 4 de octubre de 2022

Y VOLVER, ¿PARA QUÈ?


Y me hiciste llegar, tan pronto, como pudiera

sin importarte, que tan remotamente estuviera,

tan lejos, que ya el sonido del tren, no se escuchaba

solo quedaba en mis recuerdos,

la letra de nuestro tango, “milonga sentimental”

en aquel bar, en donde nos encontrábamos asiduamente,

al igual que el sonido del viento y del río, bajando presurosos

golpeando las piedras y sus riberas.

Sí, me hiciste llegar, pronto

porque tu espíritu, ya partía,

y sí, partió, como partieron

mis pensamientos, con los recuerdos,

de los espacios, donde escondíamos el alma

para amarnos,

quedando suspendidos, los besos que no me diste

y el abrazo, que se quedó,

cuando dijiste adiós.

Y, ahora, ¿Ya para qué regresar?

Si todo se guardó, en un cofre

Con tus cenizas y olvidos.


  

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