Su cartera es un mundo de
locos deambulando por las calles, perdidos en el tiempo y en el espacio,
olvidados de todos y de ellos mismos, que no recuerdan cómo, cuándo y dónde,
llegaron a ese sitio siniestro y oscuro.
No
crean Ustedes que no se avergüenzan, cuando su dueña los exhibe sobre su
escritorio, haciendo gala de un gran desorden mental, donde nadie sabe para qué
sirven, cuál es su utilidad, si se está vivo o muerto o mejor si en cualquier
momento serán arrojados a basura cero, porque ya ni
para basura sirven.
De esta cartera sale desde la risa,
hasta la sorpresa pasando por interrogantes, hay esencias perdidas, en desuso,
frascos rotos, labiales que ya no pintan porque sus colores se difuminaron,
quedando ciegos, peinetas cansadas de peinar, papel higiénico de varias marcas
y colores variados en donde predomina el sepia, los polvos de la cara se han
adherido a las caras laterales del bolso, empañetando sus paredes, un viejo pan
se asoma taciturno, bostezando de hambre porque sería un suicidio comerse el
mismo.
Los interrogantes van y
vienen, se sortean entre ellos las preguntas y los ojos de todos estos objetos,
se abren desmesuradamente, ¿qué hacemos aquí? ¿Cuándo llegamos? ¿Por qué
siempre estamos en el mismo sitio? Todos se miran, no hay respuesta, el bolso
de mi amiga se ha convertido en una miscelánea, como todo aquello que se exhibe
en el espacio público, sobre tapetes raídos llenos de polvo, parece un perfecto
manicomio de seres con los cabellos revueltos, ropa hecha jirones, en donde
cada uno de estos personajes interpreta a otro que hizo leyenda, la única gran
diferencia es que estos jamás saldrán de ese terrible túnel para ser exhibido u
ofrecido en venta, porque tienen la plena certeza que nadie los comprará; lo
peor es que no serán usados ni siquiera por su dueña, porque teme que el alma
escondida en todos estos objetos, se adhiera a su alma, convirtiéndola en uno
más.
Ese espacio se asemeja al “Bronx”,
a esas casas donde habita todo lo que es inhumanamente posible; no queremos que
un día cualquiera alguien penetre este agujero negro y trate de hacer con ellos
una investigación para conocer cómo es vivir en la iniquidad, o que de pronto los
mezclen con cemento y arena convirtiéndolo en bolardos, o lo peor, en
vendedores informales, sin SISBÉN, sin caracterización y sin RIVI.
BRONX.- Llamado así el sitio en
donde vivía habitantes de la calle y jíbaros que hacían sus grandes negocios de
droga, el cual fue intervenido por la administración.
BOLARDOS: Bloques de cemento
que el actual Alcalde de Bogotá , le ha puesto a los andenes , a las vías, sin
explicación lógica alguna.
SISBEN.- Es el sistema por
medio del cual el Gobierno Colombiano busca garantizar el
cumplimiento de los derechos de la población más vulnerable del país.
RIVI.-
Registro individual de vendedores informales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario