Allí estaba Ella, acostada sobre el sofá, boca abajo, su pelo
dorado caía armoniosamente sobre sus hombros, eran aproximadamente las 10 a.m.,
cuando aún un poco soñolienta trató de recordar lo que había sucedido la noche
inmediatamente anterior, ¡Ah! ya lo recuerda, salió aproximadamente a las 4:oo
am de la Casa de Madame Mimí, su benefactora como la llamaban, Ella "La
mariposa" como era conocida por todos sus clientes, iba por la acera
caminando a pasos rápidos, cuando alcanzó a ver una
tenue luz que salía de un rostro, afinó su vista y lo descubrió, el hombre
sonreía y su diente de oro alumbraba, eso era lo que veía, inconfundible, con
su gabán verde Pedro Navaja estaba en escena, llena de pavor se escondió detrás
de una bolsas de basura y se agazapó como pudo, sin dejar de observar por un
instante, de pronto escuchó un disparo y Pedro rodó por el suelo, alguien lo
había herido, escuchó unos pasos que se alejaban, fue el momento que aprovechó
para salir huyendo del lugar, llegó muerta del susto a su casa, con los efectos
del licor aún en su torrente sanguíneo, lentamente se fue despojándose de su
ropa y se tiro sobre la poltrona, exhausta, desnuda, quedándose profundamente
dormida y a ahora trataba de acordarse de lo que había sucedido, sí , no podía
olvidarlo, este suceso era algo importante en su vida, jamás volverían a verse
asediadas por este delincuente, en su desnudes se sentía gozosa, continúo
durmiendo y mientras tanto cuatro ojos la observaban por la ventana, deleitándose
con su cuerpo.
Epílogo: Se sabe que Pedro Navaja no murió, solo quedó herido,
porque después lo vieron en el entierro de Juanito Alimaña, quien había sido
cliente de la Mariposa.
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