punto y coma
decía mi madre
y poniéndome en puntos suspensivos,
desafiante y altanera
entraba en modo negrilla,
y entre paréntesis quedaba
para luego escapar,
entre dos puntos
el corredor y la vecina,
pues llegaba la correa
entre comillas risueña.
No corras, gritaba mami
porque te traga la tierra
y mis piernas asombradas
corrían como gacela
antes que tú me pegues
pues que me trague la tierra.