“Por Medio del cual el Ministerio de
Defensa desarrollo una directiva para el pago de recompensas por la “captura y
abatimiento en combate de cabecillas de las organizaciones al margen de la
ley”.
Uno,
dos, tres, cuatro
contando
hasta diez mil,
y
sobre la yerba fresca, adolorida y roja
yace
el despojo de los sueños,
mirando
al infinito, sosteniendo el cielo
colmado
de estrellas, que, desprendiéndose,
caen como
lluvia, en homenaje a esos ojos
que se
atrevieron a soñar un mundo diferente.
Sus
manos laboriosas sostienen
la
locura del engaño, y sus ropas, sí sus ropas
se
convierten en prendas guerrilleras,
su
miedo se vuelve neblina
granadas
en su mano derecha/ siendo zurdas sus letras
y un
fusil reposa en su regazo.
Hubo
redoble de tambores en esta carnicería
sonreían,
recibiendo el galardón,
compensaciones
y condecoraciones
mientras
los muertos eran “bien muertos”,
supuestos
guerrilleros caídos en combate
seguridad
democrática / que pagó recompensas
por
tiros certeros en la cabeza.
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