Conocí el mar en tus ojos
al igual que el azul de las nubes,
bebí de tus labios, el agua cristalina
que quita la sed del alma
porque baja cantando, melodía suave
que refresca la vida.
Y fueron tus brazos mi fortaleza
tu corazón mi refugio
tu voz mi mejor canción
tu pecho mi geografía
mis espacios de ternura
mi cama, mi sábana, mi almohada.
Lunas llenas alumbraron nuestros caminos
hasta que perdidos en noches profundas
de sonata de ranas, el futuro se consteló
con ilusiones fallidas.
Un no puede ser,
sin preguntas sin respuestas
solo equivocaciones pasadas,
donde mis pasos jamás caminaron.
Tus manos, cuencas vacías
partieron sin un adiós, sin un retorno,
solo pasados acompañan
campanas mudas, con pueblos en ruinas,
y mariposas sin alas.
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