A que me matas de amor a que te mueres
a que me robo todos tus besos
a que tus labios yo los profano
libando la miel de ellos.
A que hago trincheras
para esconderme y que no me veas
pa’ sorprenderte
cuando pasas frente a mi casa.
A que tus brazos aún me sostienen
y sin que lo hagas,
aún me proteges
de mis caídas, de mis fracasos.
A que te amo, a que te mueres
por sentir mi cuerpo juntito al tuyo,
cuando por fin se unan ellos
dejando solo cenizas de tanto fuego.
(Imagen de la web).
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