Siempre
estuvieron dispuestas
cada
una desde su palco,
para
soñar con la vida
y
admirar la melodìa/
que
brota desde la montaña
y
se deslisa por entre sus cuerpos,
con
olor a selva y a humedad.
Cada
una tiene su historia
en
sus formas y colores/
negros,
grises y blancos
y
ese chocar del agua,
por
entre sus espacios
que
nos regala paz,
en percusión
de castañuelas.
Y
el viento resalta su sonido
con
coloratura de aves
y
vibraciones que mueven
la
memoria ancestral,
que
hacen de este espacio
el
sitio ideal, para soñar
y regalar vida.
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