Aún guardan
sentimientos
que se
adhieren a las paredes
las viejas
marcas de amores
de otrora
tiempos felices.
Su alcoba de
almas atormentadas/
y pasiones
desenfrenadas,
que
iluminaban la casa, con sus risas y coloquios
jadeos, besos
y copas.
Sonidos que
acariciaban el piano
cuyas notas
saltaban sobre sus cuerpos,
bañándolos de
cadencia.
Pinturas
difuminadas
por el paso
del tiempo
miradas que
recorrieron cada cuadro
que pareciera
que hablaran.
y en el
estudio,
el ruido
quedo de las hojas
cuando el
corazón escribía
versos
acompasados por el reloj de pared,
con
sentimientos y deseos inconclusos.
Hoy la maleza
pinta sus paredes
y por el
vidrio roto de una de sus ventanas
un colibrí
visita la incertidumbre,
cuando
contempla a una mariposa
que posada
sobre las copas,
cae sobre el
piso fulminada.
(Imagen de la web).
No hay comentarios:
Publicar un comentario