Estoy a la espera de tu llegada y me imagino
Tus manos trémulas conociendo mi cintura
Moviéndose ondulantes sobre mi cuerpo
Y esos tus labios carnosos que me acarician
La mesa
dispuesta, frutos rojos erotizados
Las
salamandras danzan acompasadamente
Titilan los
leños y mis pezones
Y las
sábanas con morbidez suprema se estremecen
No existe el
tiempo, el erotismo cunde copiosamente
nos abrazamos
entrelazándonos, acariciándonos
con avidez las
frases muerden los labios
Vuelan los
pensamientos imaginando a los sentidos
los
silencios y los deseos ruedan por el suelo
al igual que
las copas y el vestido…
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