y es que tu mirada tendió un puente
entre el azul celeste de los mares
y mi mirada ausente.
nos perdimos observando el horizonte
cubierto de luz cuando moría la tarde,
tu y yo soles de pasión
soñando en lontananza,
fórmulas de amor con brebajes de plantas,
y ese olor de cuerpos
acechando la pasión desprendida,
de un beso que nos robó la calma.
tú y yo y el infinito ardiente
besos de sal, bocas en arrobo,
leguas inconmensurables
palpitar de mariposas,
dedos inspeccionando sensaciones
y un soplo que le arrancó,
temblor a las montañas.
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