Esto del COVID-19, realmente es para preocuparnos, me hice colocar la primera vacuna de Pfizer y el 28 de junio me aplicaron la segunda dosis, el 31 de diciembre me colocaron la tercera dosis, el problema es que algunas de estas vacunas conllevan un ARN mensajero y si bien se afirma que estas no inciden en el ADN, modificándolo, estaba muy preocupaba pensando en las dichosas vacunas y ya cansada de tanto leer sobre el tema, me quedé dormida.
Cuando llegué al cielo,
porque estaba segura de que este es mi sitio, San Pedro, mi amigo personal me salió
a recibir, pero como no hay tráfico de
influencias, sino de influenza, comenzó a exigirme una serie de papeles, que si
el documento de identificación, las vacunas y el PCR, y por no dejar, una
prueba de ADN, extrañada le pregunté ¿Pero qué pasa amigo?, Soy Yo María Victoria, el muy serio me miró y
preguntó: ¿Dónde está su prueba de ADN?, le respondí, Pedro, eso no lo piden en
mi país, así que no la traje, sugiriéndole que me la tomaran acá, de inmediato
me ordenó hacer fila y cuando al fin me hicieron la prueba y entregaron el
resultado, me dijo: Usted no es quien dice ser, ¿Cómo así Pedro?, así como se
lo estoy diciendo, ese no es su ADN: imposible le respondí, si quieres me
devuelvo, te traigo mi cédula de ciudadanía, me dijo, eso no prueba nada, bueno,
mi Registro Civil, me dijo, seguimos en las mismas, está bien, mi partida de
bautismo, esa acá no nos sirve; bueno, ya preocupada le pregunté ¿te traigo una
fotografía?, está bien, me respondió, tráigame una foto reciente y la cédula
para compararla, bajé a toda carrera, tomé la cédula, una fotografía reciente y subí rápidamente, Pedro todo circunspecto y
con mirada inquisitiva se quedó mirando mi foto, y preguntó: ¿A quién quiere
engañar?, mire esa oreja derecha, en la que dice que es su cédula, está
perfecta, pero en la foto y Usted en persona, muestran la oreja derecha caída,
casi que su punta doblada en la parte superior, y si no me cree, compárela con
la foto, aquí tiene esa oreja caída en la parte de arriba, está doblada, lo
miro y le respondo: Pedro, acuérdate que en la tierra estamos en Pandemia,
debemos colocarnos tapabocas y esa es la razón, -veo, veo, veo, dice Pedro, pero,
¿esas arrugas de más en su rostro, esas líneas que parecen cicatrices que van de
lado a lado de la cara? Esas no las tenía cuando vivía en la tierra, ¡por
favor! Exclamo, muy preocupada, le expliqué que habían sido producidas por el
barbijo, ¿será?, asiente Pedro, entonces enséñeme la huella del dedo índice,
temerosa le pasé mi mano derecha e intentando varias veces, esta no registró,
es como si la hubieran borrado, le dije, esto es obra del GEL y del alcohol,
vuelve y me mira, -en esa tierra como que para todo hay excusa, lo siento María
Victoria, no la podemos recibir; estando en esta discusión y explicaciones,
escucho en la casa vecina una rumba ni la tremenda, todo el mundo entraba, a
nadie le pedían nada para identificarse, asombrada pregunté, ¿por qué en la casa vecina no piden nada para
entrar?, acabo de escuchar que la cuota es una botella de vino, a lo que
responde, es que en ese sitio es el desorden total, no hay reglas, todo el
mundo hace lo que quiere, es el libertinaje, es el INFIERNO, no lo pensé dos
veces, ni siquiera por un instante, decidí entrar a dicho sitio; de inmediato
me recibieron con una copa de Champaña, sigue por favor BIENVENIDA y que ¡siga
la rumba!, por el calor no te preocupes ya tenemos aire acondicionado, y el
anfitrión, como estaba molestando mucho, se lo enviamos a Pedro, justo en ese
momento, cuando se estaba componiendo la situación, me desperté.
Imagen de la web
No hay comentarios:
Publicar un comentario