Aquel árbol
sí, ese árbol de crepúsculos,
de sombras y figuras
de huellas sembradas,
de tiempos y recuerdos
se hunde en la tierra,
se agarra a la tierra
expande sus brazos,
y su follaje esmeralda.
Sobre él caminan los sueños
y las hormigas,
su añoso gemido
traspasa el aire,
y entre sus espacios
afloran los rayos,
y medita la luna.
¿Qué recuerdos contienes?
¿Qué miedos padeces?
¿Mensajero supremo?
Te levantas airoso,
tienes una historia
de citas gravadas
sobre tu corteza,
bebes de la savia gea
agitas tu cuerpo
y tu gran melena,
y puedes
ser papel
cajón de madera,
a la espera que alguien
lo habite, o lo vuelva pavesa,
o lo ponga de vestido
para su última cena.
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