Y son sus
vulvas, las mensajeras
contenedoras de
un grano de arena
o de un simple
parásito.
Silenciosas,
como secretos
que celosamente
se guardan,
dentro de un
cofre.
Son las ostras,
segregando la
sustancia, dura y cristalina,
protegiéndose.
Y lo cubre y lo
envuelve, durante años
con su líquido
amniótico, la "madreperla"
al
interior de la ostra.
Y brota la vida,
en variados
colores
convertida en perlas.
Son solo,
adornos naturales
misteriosas,
recónditas, reservadas
que regalan los
mares o los ríos.
Ostras que las
abren, brotando sorpresas
¡Oh! Naturaleza
que en tu ser anidan
Cantos
inimaginables, melodías bellas.
Allí donde no
existe, discriminación alguna
Por sus bellos
colores, tan disímiles
Entre perlas
blancas, rosadas, plateadas,
Crema, doradas y negras.
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