Detrás de la puerta
en un pasado construida,
el árbol guardián y añejo
mi alma acaricia, invitándome a seguir,
por caminos misteriosos
donde la belleza del vacío, me llama,
con su verde movimiento
y el aire lleno de pájaros coloridos.
Donde el sonido del viento
es un soplo de vida, que invita,
a observar con ojos desconocidos
el aliento de antepasados,
que contemplaron con admiración
la inmensidad observada,
a través del silencio del vacío.
Puerta que encierra
reminiscencias de asombro
como portal dimensional abierto.
fotografía de mi propiedad- Mirador en Barichara.
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