jueves, 28 de noviembre de 2013

MUJER PALEOLÍTICA






















… En las familias tanto paleolíticas como neolíticas, el más importante papel lo jugarían las mujeres, dado que a la mujer se le adjudicaba los trabajos relacionados con la alimentación, por lo que poseían gran autonomía, ocupaba una situación privilegiada y desempeñaba el papel más importante debido a su VALOR ECONÓMICO. Ellas tendrían el mayor status social, ostentarían el poder político, regirían la sociedad: serían reinas, mientras el varón en los primeros grupos ocuparía una posición subsidiaria. (...) Las mujeres eran autónomas e independientes”.



Llegaste a mi alma, con tu alma libre e igualitaria
Sonriente recorrías la sabana
Recolectando nueces, granos y bayas

Tu cabello largo le danzaba  al viento
Tus caderas grandes y agitadas
Y tus pechos racimos descollantes de ternura

De tu vientre voluminoso brotaba la espera
Nueve lunas en él se retrataban
La madre tierra en tu cuerpo vulva se representaba

Naciste libre y participativa
Punta de lanza de la economía productiva
¿En qué momento fuiste avasallada?

Mujer de la Trois Fréres
La magia se dibujó en las cavernas
Anudamiento simbólico entre los animales y el homo

Con manos laboriosas cuidabas  tus hijos
Las mismas que convertían las pieles en vestidos
Cocinabas, pintabas y con los cantos rodados herramientas fabricabas

Cuando la siembra de frutos se engalanaba
Y el brillo de la cosecha tu cueva alumbraba
Tu cuerpo pequeño y tu alma grandiosa recolectaban

Regresa MUJER PALEOLÍTICA, re descubre el pasado
Activa nuestro origen
Haciendo de la "azagaya" el símbolo de libertad.

“De mis poemas a las mujeres en la historia del mundo y sus civilizaciones”, estos versos surgen al ir conociendo el estilo de vida de las mujeres en cada sociedad antigua”.


lunes, 11 de noviembre de 2013

MELODÍA DE COLORES LA PRIMAVERA




"Vine para decirte primavera
Digo para nombrar dulce tus aves
Para abrirte las flores que tú sabes
Para hacerte de todas la primera”.
Juan Cunha

Vine para decirte primavera
Exuberante de belleza y colorido
Donde las flores descuajan sus aromas
De camias, rosas y jazmines

Digo para nombrar dulces tus aves
Que avanzan en bandadas orientando
Al caminante que llega en primavera
A la espera del amor en el camino

Los tulipanes emergen sigilosos
Las Margaritas alumbran el recodo
Las frondas se adornan de colores
En acuarelas rosadas y amarillas

El encuentro del amor se siente en primavera
Late el corazón a golpe de tambores
El paisaje fiesta de trinar de pájaros
Lanza plumas, pétalos y semillas

 Es la primavera de la vida
Que emerge sobre la grata tierra
Engalanando de amores y galanteos
Los besos con el néctar de las fresas.


MIS JUGUETES



Soy una niña de siete años, mi piel hace juego con el color de las paredes y el piso de mi casa, soy más clara que el chocolate espeso, pero mi madre dice que mi alma es blanca como la espuma del mar, como los copos de algodón que asoman en el cielo, cuando me acuesto en la playa a formar figuras en el cielo.

En las tardes cuando juego aparecen mil juguetes, conchitas de mar son mis canoas y un caracol es mi teléfono, tengo una finca que construí con muchos animales, mis caballos yo fabrico con los  plátanos verdes, aquellos que  mamá compra y prepara el patacón pisao; con las cáscaras del huevo, mi jardín florece todos los días, el mar baña mis pies y me quita los zapatos de modelos diferentes, cuando mis pies se hunden en la playa y la arena me los cubre, dándole infinidad de formas.

Mi playa es oscura, en la arena hay mucha basura, trozos de madera aparecen los cuales los recojo y los coloco en montoncitos, para calentar el cuartito de mi muñeca Jecundina, la del vestido morado que me coció mi mamá, haciéndole el pelo ensortijado, igualitico al mío, mi mamá me dice : “hijita dale gracias al cielo por tener tu pelito quieto, te podes librar de los piojos, que se suben a la cabeza, con tu pelo ensortijado y pegadito al pellejo, de seguro que estos bichos, no pueden andar en ella.

A las cinco me levanto a moler las arepas, mientras que mamita prende fuego en la hornilla de leña, cuando el fuego se agranda, mis ojos se encandelillan y sueltan lágrimas, mis vestidos huelen a humo, mis cuadernos a “pescao” y en mis uñas papá me dice que podría sembrar cocotales.

Mamita dame un beso y échame la bendición, que me voy para la escuela a cultivar mi imaginación, ya sé que con la A yo puedo escribir amor y con la B el beso de mi abuelo Jeremias, con la M mamá y con la P papá, “pescao” y patacón “pisao”, con la O escribo olas y también con la M escribo mar; también me han enseñado que Dios está en todas partes, pero no entiendo por qué Yo no lo veo, que ante la pobreza debo tener resignación, y que el agua de panela alimenta más que la lecha blanca y que si mi rancho se cae, debo dar gracias a Dios, sabes mamá que eso me suena raro? Pero así lo dice la maestra.
Lo que más me gusta de la escuela es el regreso a mi casa y las piruetas que hago sobre la arena fresca, construyo castillos con reyes, reinas y pajes y con la tiza de la escuela juego a que soy muy blanca y luego cuando  el mar me baña, pienso que estoy quemada por el sol que me cobija.

Ve mamá, dónde están mis ollitas rojas, verdes y amarillas, que está empezando a llover y Yo te quiero recoger, toda el agua del aguacero, para tener que beber, también te voy a coger varios rayos y centellas, para alumbrar nuestro cuarto y no gastar tanta vela.