martes, 21 de enero de 2020

LOS PEORES INTRUSOS



El inicio fue silencioso, nunca imaginé que algo así pudiera sucederme, lo cierto es que de un momento a otro comencé a escuchar voces extrañas, raros movimientos, grandes carcajadas salían como si muchas personas estuvieran pasando delicioso, la luz se me volvía intermitente, algunas veces se bajaba y opacaba mi vista; resumiendo era un panorama abrumador el que estaba viviendo, en algunos momentos por los síntomas creía que estaba embarazada, pero ¿a mi edad? , no obstante pienso que todo puede ser posible desde que Sara tuvo a Isaac pasados los noventa años y Yo ante Ella soy una dulce jovencita.

Abrumada por los sucesos, tomé la decisión de consultar con el espíritu de Sherlock Holmes, ese detective famoso que resolvía los casos más raros y extraños de su época, el cual se me presentó con una bata blanca impecable y luego de observarme con voz expectante me dijo, señora, ¿es Usted amiga de alguno de los cuatro (4) “aboganster” que gobiernan en este país? Le respondí, a mí me respeta, todas mis amistades son honorables, de inmediato exhalo una tenue sonrisa y me dijo, pues cuídese la han “chuzado”, y le han colado amibas, esas damas de poca reputación que pueden acabar con todo a su paso y producirle una infección, y no solo Ellas, sino que han llegado con sus amantes, el “Triglicérido”, “colesterol” y el famoso “azúcar”, y además “infección”.

No lo podía creer, ¿a qué horas o en qué momento me estaba pasando esto?, como quien dice, mi cuerpo era la cueva de “Alibaba y los cuarenta ladrones”, ¡por favor!, todo esto era casi paranormal.

Supremamente preocupada consulté a alguien muy cercano con grandes conocimientos ancestrales y después de referirle lo que me sucedía, con gran sabiduría me recomendó tomar agua de “ guatila”, me dijo que la cortara en cuatro pedazos y que la pusiera a reposar en un litro de agua y que comenzara a tomármela como agua natural, de esto ya hace como tres meses; pero a sabiendas que esto solo atacaba a uno solo de los aboganster , regresé donde Sherlock quien me dijo: mi respetada señora a “infección” le podemos enviar al “Guasón” del Metronidazol, este es el indicado para su tratamiento, ya que es un total antibiótico bactericida y junto con él , al “capo de capos”, a lo que repliqué horrorizada, no, por favor a Álvaro Uribe no, me dijo no señora es al dicloxacilina, si con este y Metronidazol no logramos expulsarlas, consulte ya a una adivina, me deja Usted pensando, ya alguien también muy cercano a mí,  me había hecho esta advertencia, en fin…

¿Cada vez más preocupada le pregunté, pero ¿es grave lo que me está pasando? y poniendo cara de preocupación me dijo, ¿grave? Claro que sí, cómo será de grave que para poderlas expulsar, ni con el SMAD se ha podido y esto que ya mucho decir, así que para el resto de intrusos le recomiendo un grupo de paramilitares para que entren y limpien la zona, es casi una limpieza social la que se debe hacer y me recomendó ponerme en contacto con DIGUFLOR y ROSUVASTATINA, quien es de la familia de las Estatinas, estos llegarán y acabarán con todo, eso sí, horroricese cuando le comience a arder la boca del estómago, haga de cuenta que arden el Amazonas y Australia juntos, quedará sin flora intestinal, Santiago de Cali con su temperatura será una deliciosa piscina, ¿ cree en el infierno? , no señor, pues ya le informo que esto es lo más parecido a sus llamas.

Epílogo: Coman saludablemente para evitar a todos estos intrusos