lunes, 26 de junio de 2023

ÀRBOL DE GUAMA


 

Y llegó al fin el día anhelado,  la siembra del árbol de guama, en el patio solariego de la casa de la bisabuela, todos habíamos probado su fruto: LA GUAMA, esos algodones totalmente blancos, que se guardaban celosamente en una “vaina” gruesa,  de color verde, que podía llegar a medir hasta un metro y que en tiempo de cosecha colgaban de ese árbol de aproximadamente 20 metros de altura; sabíamos muchas cosas de esa planta de 60 cm de alto, que se iba a sembrar a petición de mis hermanos y primos, ese día fue apoteósico, la boca se nos volvía agua, olíamos su fruto y soñábamos con su sabor entre ácido y dulce, que activaba nuestras papilas gustativas, lo que no sabíamos, era que para producir sus primeros frutos, debíamos esperar cuatro largos años; el abuelo nos comunicó con voz muy ceremoniosa, todos nos miramos, pero ¡ qué carajo!, lo veríamos crecer, y fue así, que después de cuatro largos e interminables años, de estar yendo a pasar vacaciones a la casa de campo, comenzamos a ver, que de sus ramas empezaban a colgar unas vainas verdes, bien proporcionadas, ya nos imaginábamos, la cantidad de aretes que tendríamos para esa temporada, porque su fruto, esa especie de algodón blanco como la nieve, envuelve una pepa larga de color oscuro, con una abertura en la parte de arriba, que sirve para engancharse en las orejas, como si fueran aretes, al fin y al cabo, aún éramos niñas.

Alcanzamos a probar las guamas aproximadamente tres cosechas, pero esto bastó, para que de nuestra imaginación jamás se borrase este bello episodio.

Nuestro querido árbol de guama, cierto día, en medio de una gran tormenta, fue desgajado por un trueno, que cayó partiéndolo en dos, quedando en muy poco tiempo sin ramas, y se fue secando poco a poco, pero aún después de varios años, sus ramas secas se negaban a morir, y pensaba que sus raíces sostenían su historia, surgiendo este haiku:

 

árbol sin hojas

hay una historia guardada

en sus raíces.


 


TODA UNA MARAVILLA (Historia del Pando)

 


La naturaleza me regala la historia de no solo un árbol, es la historia de todo un bosque, pero no un bosque cualquiera, es la historia de Pando y quien no conoce su origen, no le produce el interés, la admiración y el comprender el regalo de naturaleza, que hace que nos maravillemos 

Esta es la historia de un solo árbol, es un bosque de un solo árbol, cuyo nombre en latín significa “Yo me esparzo" y, es que este bosque, perdón este árbol se esparce a través de clones, y es que sus raíces liberan brotes a partir de la cuales surgen árboles llamados clones.

Dicen que este ser viviente pesa aproximadamente 13 millones de toneladas y todos sus àrboles se encuentran conectados por un Sistema de raìces que son idènticos genèticamente.

El geógrafo Paul Rogers, afirma: todos estos árboles son en realidad un solo árbol, estos álamos se denominan Álamos temblones y aparecieron en Fish Lake.



jueves, 15 de junio de 2023

VEN A MI


 

Ven a mí

 

Ven, camina sobre mis huellas

coloca tus sellos

tus cielos, tus soles y lunas,

marca en mi vida

tus mensajes rupestres,

en mi cueva

de humedad de selva,

muéstrame un amanecer

en tus tiempos desleídos,

hazme pasado, vuélveme futuro

en tu presente de sonidos/

arrullos y risas.

(Imagen de la web)

 



domingo, 11 de junio de 2023

SONIDO DE CASTAÑUELAS


Siempre estuvieron dispuestas

cada una desde su palco,

para soñar con la vida

y admirar la melodìa/

que brota desde la montaña

y se deslisa por entre sus cuerpos,

con olor a selva y a humedad.

 

Cada una tiene su historia

en sus formas y colores/

negros, grises y blancos

y ese chocar del agua,

por entre sus espacios

que nos regala paz,

en percusión


de castañuelas.

 

Y el viento resalta su sonido

con coloratura de aves

y vibraciones que mueven

la memoria ancestral,

que hacen de este espacio

el sitio ideal, para soñar

y regalar vida. 



lunes, 5 de junio de 2023

Y LA VIDA CONTINÙA SONRIENDO


 

Se bien que descansas

sobre la tierra reseca,

donde antes corria un rìo

que mojaba tus grietas,

y suspiros entretejidos

rodaban en tu soledad/

de inviernos.

 

Algunas veces llevabas

muscìneas como vestido,

y la esperanza coqueta sonreìa.

 

Hoy recibes hojas en tu regazo

sintièndote acariciada,

cuando èl y ella

formican sobre tu espacio/

de calma eterna,

reviviendo la humedad que recibías

cuando el agua te mojaba.

 

 (Imagen de la web)