domingo, 27 de junio de 2021

ABRIL 28 DEL 2021, EL COMIENZO DEL FIN

 


 “Para que nunca se olvide esta fecha y las posteriores, cuando se mutiló y cercenó la protesta en Colombia”.

Y eran los portales abiertos, entre las hojas de los árboles

que invitaban a observar, tras la luz que penetraba

esos presentes que se consumían, en la aridez del alma,

eran los silencios, los vocablos no escuchados, los que hablaban

y no les decían nada, y no les decían nada.

Era el resplandor de vivencias anteriores, de presentes vacíos,

de futuros impenetrables, sucesos desprovistos de esencia

que malograron el milagro de la vida,

cuando el sonido de la jungla, tiró al suelo su última sonrisa

quedando todos los seres que la habitaban,

con sus ojos estupefactos dibujando la miseria de la existencia.

¿Y dónde estabas?, ¿dónde estaban? ¿Mientras esto sucedía?

Sentados en otros espacios, alejados de la realidad

en la comodidad de un cuento,

donde la caperucita se comía a la abuelita, que se había tragado al lobo

y mientras tanto los cuerpos flotaban, flotaban,

y sus partes trataban por todos los medios de unificarse

para decir que estuvieron unidos, formando uno solo,

destruido por la seguridad democrática,

en un aleluya, aleluya, que salía del traqueteo de las armas

disparadas por la “gente de bien”, policías y paras.


Fotografía del Diario El País 



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