No te pierdas en mi risa
sigue el eco de esta y
Conjuga con ella el verbo
amar,
Ponle el sabor del vino
añejo
Añádele la constelación de
tus ojos,
el fuego de tus manos, que
aún me queman
y deja que mi corazón
galope
cabalgando sobre los
rincones de tu cuerpo,
extrayendo el magma
secreto, que nos une.
Dadme el sabor de tus
labios
cántaro de sorpresas
y vivamos nuestra pasión,
como si fuera la última
cena.
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